Durante más de veinte años se habló tantísimo de Plegarias atendidas, y despertó tanta expectación, que fue justamente llamada la «más famosa novela impublicada de la literatura norteamericana». El libro no aparecería hasta muerto su autor, en una edición póstuma, en el otoño de 1987. El protagonista de la novela –ingenioso, encantador, bisexual, absolutamente amoral– logró escaparse de un orfanato a los trece años, aprendió el oficio de masajista y se las ingenió para convertirse en un pícaro moderno, tarea que desempeñará, después de algunas veleidades juveniles, con indudable eficacia. El pícaro moderno, claro está, solo puede sobrevivir si sabe codearse con los ricos y los famosos, ocupando unas veces el papel de confidente, otras el de bufón y, para los lectores de esta novela, el de divertidísimo cronista de las disparatadas vidas de la jet-set. Por estas páginas desfilan –junto a retratos tenuemente disfrazados de escritores como Tennessee Williams, actrices como Greta Garbo o millonarios como Stavros Niarchos– personajes reales, como las inefables Mrs. Matthau y Mrs. Cooper, cuyos diálogos sobre la vida y las costumbres (preferentemente sexuales) de otros miembros de la alta sociedad están reproducidos con cruel fidelidad. Truman Capote no llegó a concluir esta novela, lo cual no es obstáculo para que los tres extensos capítulos que el autor llegó a terminar sean muy amenos, intensos y brillantes, no solo por sus vertiginosos diálogos y su agudeza desmitificadora, sino también por la ambición literaria de Capote, uno de los mayores autores de la literatura norteamericana de este siglo.
For more than twenty years, Answered Prayers was talked about so much, and it aroused so much expectation that it was rightly called the "most famous unpublished novel in North American literature." The protagonist of the novel – witty, charming, bisexual, absolutely amoral – managed to escape from an orphanage at the age of thirteen, learned the trade of masseuse and managed to become a modern rogue, a task he performed with undoubted effectiveness. The modern rogue, of course, can only survive if he knows how to rub shoulders with the rich and famous, sometimes occupying the role of confidant, other times that of jester and, for the readers of this novel, that of hilarious chronicler of the crazy lives of the jet-set. Through these pages parade – along with thinly disguised portraits of writers like Tennessee Williams, actresses like Greta Garbo or millionaires like Stavros Niarchos – real characters, such as the ineffable Mrs. Matthau and Mrs. Cooper, whose dialogues about life and customs (preferably sexual relations) of other members of high society are reproduced with cruel fidelity.
